A un año de la triple ejecución en Las Arboledas
A un año de la triple ejecución en Las Arboledas
Fue el 19 de mayo de 2018, un año ha transcurrido de un hecho sangriento inimaginable para varios vecinos de la colonia Las Árboledas de Teziutlán, un suceso que aún es recordado, por los lugareños, tras haber perdido la vida tres hombres a manos de un grupo de sujetos que los atacaron a quemarropa con armas de fuego, por una posible venganza, aunque un tercero, según algunos pobladores era inocente, pero lo cierto es que los presuntos homicidas nunca se fueron del sitio con la llegada de Policías Municipales, sino hasta que fueron descubiertos se fugaron, aunque dos de los sujetos si fueron detenidos.
Cuando se daba a conocer el hecho, ciudadanos manifestaban que habían escuchado detonaciones de arma de fuego y que venían cerca de la zona del Conalep, otros que a lo mejor eran cohetes por alguna festividad de la Santa Cruz, pero fue lo primero.
El acontecimiento ocurrió al filo de las 21:10 horas de aquel sábado trágico, por lo que se desplegó un fuerte operativo de la Policía Municipal, apoyados por Agentes Ministeriales y del Ejército Mexicano, que dio como resultado el aseguramiento de Edgardo F. y Abram T, originarios de San Juan Xiutetelco y Jalacingo, Veracruz, asegurados por los policías preventivos.
Los occisos fueron identificados como Miguel Vega, Martín Nieves y José Luis Aguilar, este último expolicía en Jalacingo, Veracruz y Chignautla, Puebla, y quien durante sus últimos años se dedicaba al comercio a domicilio.
Policías municipales acordonaron el área en espera de la llegada de peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) para levantamiento de los cadáveres.
La unidad en la que viajaban las víctimas, una camioneta tipo pick-up de color blanca, quedó con una puerta abierta, dos de los finados quedaron en los asientos, y el tercero de los cuerpos tirado sobre la calle.
El resto de los implicados lograron huir, pese a una persecución policíaca hasta la zona de Santa Rosa.
Un arma AR-15 fue encontrada en un terreno baldío de la zona y la principal línea de investigación fue la venganza.
Los policías municipales realizaban revisión del monte, cuando descubrieron que tres individuos se encontraban tirados entre el pasto y arbustos, de inmediato brincaron hacia la calle principal de Las Arboledas y fue ahí donde comenzó la persecución, y lo más sorprendente es que sobre la vialidad se encontraba una camioneta eco sport color gris modelo atrasada, lo que quien esto escribe pude constatar al momento de estar obteniendo datos del caso con vecinos, y al comunicarse con claves los uniformados, la gente entre familiares de los occisos y curiosos comenzaron a correr y meterse a los domicilios al momento de gritar “ahí vienen”, se subieron a la unidad en donde un cuarto sujeto los esperaba y se fueron en sentido a Santa Rosa, y no era para menos iban armados.
Las patrullas se encontraban en la entrada de la calle (frente al Conalep) y como estaba acordonado, tuvieron que darse la vuelta y eso les dio tiempo a los presuntos homicidas de huir.
Al comenzar la semana y acudir el día, fecha en la que velaron a dos de los finados parecía una colonia diferente por lucir desolada, ante el temor que dejó el hecho, y en el lugar de las ejecuciones había veladoras prendidas y cubiertas con una reja para evitar que el aire que soplaba las apagara.
Una mujer afligida, pero tranquila en el momento, de nombre Claudia, madre de José Luis, uno de los ejecutados, dijo que su hijo unos días antes había pedido que si moría por alguna causa lo cremaran, me lo contó como una anécdota, pero las autoridades minísteriales les dijeron al entregarles el cadáver que lo tenían que sepultar y no cremar, esto lo afirmó después de contar que escuchó murmuro, luego de conocer que habían matado a tres personas, no en el instante cuando salió a ver lo que sucedía, no pensó que se tratará de su primogénito de 44 años de edad.
Un hombre de la zona me dijo en plática que algunos vecinos notaron la presencia de hombres extraños, por su vestimenta lo reflejaba y por su comunicación a través de mensajes días antes del triple homicidio, pero nadie hizo nada, porque no se pensó que pasaría a mayores.
(Fausto Hernández)
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